Entrevista Kiss

Melendi: "Hubo un momento en el que me estaban pasando cosas buenísimas y no me estaba enterando de nada"

El título de su nuevo disco es toda una declaración de intenciones: Volvamos a empezar. Y es que, después de una década de rumbas y canciones flamenquitas, Melendi ha optado por cambiar las "ruedas" del coche y tirar por la guitarra eléctrica. Un nuevo sonido en el que sigue intacto el sello de Melendi y que ha presentado con Barbie de extrarradio. El que es ya el nuevo éxito para un asturiano para el que todo cambió, según decía en una de sus canciones, "desde aquella triste tarde, en que murió el arte con Lola Flores".

¿Con Volvamos a empezar aparcas la guitarra española para centrarte en la eléctrica. ¿Por qué esa decisión?

Porque ya se me habían agotado las ideas. Siempre correr con las mismas ruedas resulta un tanto aburrido. 

¿Te gustaría volver a empezar de cero o prefieres quedarte con el momento actual?

Ahora mismo estoy feliz. ¿Volver a empezar? Evidentemente me arrepiento de cosas, pero no cambiaría nada. Soy muy “rayado” con eso del destino, por eso pienso que a lo mejor si muevo esta “coma”, posiblemente no estaría ahora aquí contigo hablando. 

¿Qué cosas son las que te han hecho hacerte “mayor” a pesar de los años?

Toda la vida he aprendido a base de palos. Yo pasé por un momento, cuando estaba con mi tercer disco, en el que me estaban pasando cosas buenísimas y no me estaba enterando de nada. No sabía ni por dónde pisaba. Ahí es cuando tuve que hacer un parón, hacerme una limpieza… ¡y hasta me corté las rastas!

Y ahí comenzaste una nueva vida…

Ahí recapacité y pensé “quien soy, a dónde quiero ir y dónde quiero llegar”, porque lo que estaba haciendo no tenía ningún sentido. Yo pensaba como un chaval de catorce años cuando tenía 27 años, fue entonces cuando puse los pies en la tierra.

Y qué fue eso que no te dejaba “avanzar”…

Fama, dinero, era un niñato que no sabía nada y pensaba que sabía de todo, y un ambiente “peligroso”. Gente que te quiere por lo que te quiere y que pretende cambiarte, y eso es muy fácil hacerlo si no tienes mucha personalidad, como me ocurría a mi. Ahora sé de qué va la historia, quizás por eso tengo más claro que nunca lo que quiero hacer.

¿Hay alguna canción de este disco que sea especial para ti?

Cierro los ojos es una especie de autoterapia que habla de las adicciones de todo tipo. De esas que te atrapan, te envuelven… y de lo mucho que cuesta salir de ellas. Es un tema muy “interno”, que dice mucho de lo que he vivido.

¿“Caducan las canciones de amor” como dice uno de los temas de este disco?

Yo creo que el amor no caduca, sino que muta. Hay seis meses o un año de pasión que luego pasa y se transforma en confianza y entendimiento. Y eso hay que saber comprenderlo, porque si quieres mantener la pasión toda la vida, lo tienes complicado.

¿Y que se puede encontrar entre “la ropa sucia de Cupido”?

Corazones rotos. A todos nos ha pasado que alguna historia nos ha salido mal, en la que hemos puesto más de lo que deberíamos o en la que la pareja buscaba en nosotros algo que no podíamos darle. Por eso, lo que hay entre esa ropa sucia, es eso... corazones rotos.

Pedro Ángel Sánchez